miércoles, 10 de julio de 2013

III PERIODO


LA DIVISIÓN DE LAS EDADES HISTÓRICAS

La división en cuatro edades responde a un criterio eurocéntrico, o sea, referido a hechos y proce­sos de Europa, como si el resto de la humanidad hubiera evolucionado alrededor de ella. Esto se debe a dos realidades:

Las más remotas sociedades que inventaron es­crituras surgieron en Asia y en el norte de África; de allí, los avances intelectuales y tecnológicos pasa­ron a Europa, donde siglos después alcanzaron su más alto nivel de progreso. Esto permitió a los euro­peos difundir o imponer su economía, ciencias, tec­nología, dominación política y religiones a los demás continentes. Así, la historia del progreso y predominio de Europa llegó a identificarse con la historia del mundo, olvidando la evolución cultural de otros pueblos.

Historiadores europeos crearon las citadas divi­siones. Ellos fueron los primeros en investigar el origen del hombre y las culturas más antiguas de Asia, África y Europa, logrando reconstruir, con bastante exactitud, la evolución del Oriente y, sobre todo, la de su propio continente. De esta ma­nera, la historia mejor investigada y conocida se convirtió, erróneamente, en la historia de toda la humanidad. Las siguientes son las características de dichas divisiones:

La Edad Antigua comprende desde el 4000 a. de C., en que aparecen las primeras escrituras, hasta el año 476 d. de C., en desaparece el Imperio Romano. En esta edad se desarrollaron altas culturas en el Oriente y el Mediterráneo, con ciudades, técnicas agrícolas y metalúrgicas superiores, sistemas avanza­dos de organización económica y social, y poderosos imperios. En las culturas orientales nacieron las grandes religiones que  hoy se profesan en el mundo. En Grecia y Roma predominó la esclavitud y se originaron el pensamiento y las formas de gobierno que han influido, hasta el presente, en Europa y América.

La Edad Media abarca desde la caída del Imperio Romano, el 476, hasta el descubrimiento de América, en 1492, y otros movimientos renovadores del siglo XV. Durante estos diez si­glos, en Europa predominó la agricultura de subsistencia y un sistema social denominado feudalismo; la Iglesia ejerció gran influencia y se formaron las naciones. En África y Asia brilló una civilización aún vigente: el Islam o mundo musulmán.

Edad Moderna se inicia a fines del siglo XV y termina en 1789 con la Revolución Francesa.


Edad Contemporánea se extiende desde las Revoluciones francesa e  industrial hasta nuestros días.

ACTIVIDAD 
Según la lectura, explicar en dos párrafo las razones principales por las cuales esta división histórica se realizó con base en lo acontecido en Europa? (en el cuaderno)
¿Por qué  se afirma la historia mejor investigada y conocida se convirtió, erróneamente, en la historia de toda la humanidad”?. Argumentar la respuesta en dos párrafos.
 Crear un cuadro comparativo entre la edad media y la edad antigua.

ETAPAS HISTÓRICAS DE GRECIA




CIVILIZACIÓN MINOICA 

Civilización de la edad del bronce que se desarrolló en la isla de Creta, antes de la llegada de los aqueos. Fue una de las tres culturas principales de la civilización del Egeo; las otras dos fueron la cicládica, que se desarrolló en las islas Cícladas, y la micénica, que se extendió por el continente griego al final del periodo heládico. La civilización minoica alcanzó su cumbre en el II milenio a.C., en Cnosos, Festo, Malia y otros centros prósperos, y se considera que su desarrollo tuvo lugar desde aproximadamente el 3000 hasta el 1400 a.C.

Los reyes de Cnosos alcanzaron su mayor poder hacia el 1600 a.C., cuando controlaban toda la zona del mar Egeo y comerciaban con Egipto. La destrucción de Cnosos y la caída de la civilización minoica coincidieron con el comienzo del periodo más próspero de la civilización micénica en Grecia; esta coincidencia sugiere que los belicosos reyes micénicos atacaron y destruyeron la civilización minoica.

CIVILIZACIÓN MICÉNICA
En el año 1.900 a. de C., la civilización minoica llegó a su momento más importante, pero un siglo más tarde, hacia el año 1.560 a. de C., un terremoto puso fin a la prosperidad de esta cultura. Hacia el año 1.450 a. de C., aparecen instalados en Creta los micénicos, procedentes de la ciudad de Micenas, situada en la península, a la cual habían llegado hacia el 1.700.

Este era un pueblo indoeuropeo que se fue insta­lando poco a poco en Grecia, principalmente en Argólida y el occidente del Peloponeso. Sus re­presentantes más característicos fueron los aqueos y los jonios que hablaban el idioma que más tarde se llamó griego. Hacia el año 1.550 a. de C., Micenas era el centro de predominio en la península y en el mar Egeo.
Al parecer, en este período micénico sucedieron los hechos de la invasión de Troya, ciudad del Asia Menor, narrados por el poeta Homero en "La llíada". De igual manera comienzan a aparecer los dioses típicos de la civilización griega, como Atenea, diosa del hogar y de la sabiduría; Zeus, dios del cielo, y otros traídos del Asia Menor, como Apolo y Dionisos. La civilización micénica se derrumbó a causa de las guerras entre sus príncipes, incluso antes de que se iniciaran las invasiones dorias, que fue la siguiente civilización que predominó en su lugar. 



Imagen que describe parte del relato de la Iliada.

GRECIA ARCAICA


Hacia el siglo XII a. de c., irrumpió en Grecia un pueblo indoeuropeo, los dorios, que pronto se impuso a los micénicos, ayudado por sus armas de hierro. Con ellos se iniciaría un largo período en el cual hubo estancamiento en la cultura, por lo que ha sido llamado la "Edad oscura de Grecia". Efectivamente, los dorios en un comienzo destruyeron palacios y construcciones y con ellos desapareció la escritura que había evolucionado con la anterior civilización.

El atraso y la inseguridad de la primera parte de esta época arcaica, hizo que algunos habitantes emigraran y otros se asociaran en comunidades para defenderse. Los primeros iniciaron la colonización griega del Mediterráneo y los segundos dieron origen la polis (ciudad), que con el correr del tiempo se transformaría en la ciudad-Estado de los griegos. Alrededor de la polis griega surgieron diversos sistemas de gobierno, cuyos modelos tienen vigencia aún en nuestros días, como ocurre con la democracia.
Esparta
La organización social. La ciudad de Esparta fue fundada por los dorios en la llanura de Laconia, durante el siglo IX a. de C. Aunque los dorios se mezclaron con los habitantes de la región, los aqueos, supieron mantener las diferencias con los vencidos, instaurando desde un comienzo una rígida división de clases sociales:

·    Los espartiatas o espartanos o iguales. Eran los descendientes directos de los conquistadores dorios, quienes conformaban la clase dominante y entre quienes se dividieron las mejor tierras en partes iguales.

·    Los periecos. Este grupo lo formaban los aqueos, anteriores señores de la región. AuNque conservaban una cierta independencia y podían poseer tierras, debían pagar tributo y servir en el ejército bajo las órdenes de los jefes espartanos.

·    Los ilotas. Constituían el resto de la población No tenían derechos y debían cultivar las tierras de los espartanos. Eran considerados propiedad del Estado.

La máxima autoridad estaba representada por dos reyes o diarquía, un grupo de cinco funcionarios o étoros y un consejo de ancianos o gerusía nombrados por una asamblea popular compuesta por no más de 9.000 espartanos.

Aunque en un comienzo las diferencias de espartanos con los demás griegos no fueron muy evidentes, el excesivo militarismo de éstos y sus costumbres muy rígidas, terminaron por aislarlos incluso de actividades tan apreciadas por todos como los juegos olímpicos o juegos panhelénisticos.

Atenas

La organización social y su evolución. Hacia el siglo VIII a. de C., Atenas era ya una ciudad grande y poderosa, en donde gobernaban los miembros de las familias aristocráticas, que recibían el nom­bre de eupátridas, es decir, “bien nacidos". De entre éstos se elegían los arcontes, funcionarios que desempeñaban el papel que antes corres­pondía al rey, y el consejo o areópago, que se encargaba de dictar las leyes e interpretarlas.
En el siguiente nivel se encontraba el demos, con­formado por el resto de los habitantes o pueblo, que era considerado inferior y estaba excluido de las actividades políticas.
Hacia el año 560 a. de C., el aristócrata Pisístrato, apoyado por el pueblo tomó el poder, y bajo su tiranía, que duró hasta el 527, logró una satisfac­toria repartición de la tierra y una época de gran prosperidad para Atenas. En el 514, el aristócrata Clístenes instauró la democracia y todos los va­rones atenienses, excepto los extranjeros o mete­cos, adquirieron el derecho a elegir y ser elegidos.

LA GRECIA CLÁSICA Y EL HELENISMO
La época clásica de Grecia abarca el período comprendido entre el inicio de las Guerras Médicas, a comienzos del siglo V, hasta la hegemonía de Macedonia, a finales del siglo IV a. de C.
Grecia se vio amenazada por la presencia del poderoso imperio persa, rodeaba al país desde el río Danubio hasta el Nilo. Los griegos comprendieron que en cualquier momento esta tenaza podría cerrarse sobre ellos y, olvidando sus eternas rencillas, decidieron unirse para poder sobrevivir.
Darío, rey de Persia o de los medos, de ahí nombre de Guerras Médicas, se apoderó de ciudades griegas del Asia Menor. Estas, entonces, se rebelaron contra el dominio medo, apoyadas por Atenas. Darío, como respuesta, destruyó Mileto y preparó una invasión para castigar Atenas, desembarcando con su ejército en la llanura de Maratón, a 40 km de la ciudad. Allí, 10 atenienses al mando de Milciades, vencieron en el 490 a. de C., a los 20.000 hombres de Darío gracias a las mejores armas y al buen desempeño de los soldados de infantería, llamados hoplitas.


Los acontecimientos políticos más importantes se iniciaron con el enfrentamiento de todos los griegos contra el imperio asiático de Persia, del cual Atenas salió fortalecida y alcanzó su máximo esplendor bajo el gobierno de Pericles.
El poder alcanzado por Atenas despertó el celo de otras ciudades a cuya cabeza estaba Esparta, la cual vio gravemente comprometidos sus intereses comerciales, industriales y políticos. Estas circunstancias desataron la guerra civil del Peloponeso en la que Grecia se debilitó, facilitando así la imposición de Macedonia como potencia dominante, bajo el reinado de Alejandro Magno.


Heredero de la energía de su padre, del temperamento violento de su madre, e impulsado por una especie de oscuro sueño de imperio universal en el que lo griego o Hélade se fundiera con lo bárbaro, Alejandro Magno, sometió a Grecia e inició la conquista del mundo.
Las conquistas de Alejandro Magno, llamado así por su genialidad y por el inmenso poder que acumuló, dieron paso al periodo helenístico, comprendido entre el 323 y el 146 a. de c.





ROMA


El rey del Lacio, Numitor, descendiente del príncipe troyano Eneas, fue destronado injustamente por su hermano Amulio. El nuevo rey, para evitar venganzas futuras, ordenó que los dos nietos gemelos de Numitor, que tenían algunos días de nacidos, fueran arrojados al río Tíber. Sus nombres eran Rómulo y Remo.

La cuna fue llevada por las aguas hasta el pie del monte Palatino, donde una loba los rescató y amamantó. Años más tarde, ya mayores, fundaron a Roma, en el lugar donde fueron criados. En la foto, la Loba Capitalina, símbolo de Roma en la antigüedad.

Los historiadores suelen ubicar la fundación de la ciudad de Roma hacia mediados d siglo VIII a. de c., en un valle rodeado por siete colinas y regado por el río Tíber. Sus primeros habitantes, los latinos, situaron sus viviendas en las colinas, pues las zonas bajas del lugar eran pantanosas.

Poco a poco, Roma se convirtió en la ciudad más importante del Lacio, pequeño territorio del centro de Italia. Durante los primeros siglos de su existencia, Roma fue gobernada por reyes, hasta q finalizando el siglo VI a. de c., los romanos derrocaron la monarquía e instauraron la República. Durante el período republicano Roma se hizo fuerte, realizó grandes conquistas y se convirtió en el Estado más poderoso de la antigüedad.


Pero en este período se presentaron continuas guerras civiles ocasionadas principalmente por problemas sociales entre los nobles, llamados patricios, y el pueblo o plebe. De esta forma, la República decayó, para dar paso al poder personal de los emperadores. 

Loba Capitolina simbolo de Roma


Escala social de roma

PATRICIOS: Eran las primeras familias asentadas en Roma y sus descendientes. Desde el principio de Roma, los patricios y sus familias constituyen el primer eslabón social. Estos patricios poseían esclavos, probablemente muchas veces en gran número. Los patricios están en la base de la fundación de Roma y, por tanto, son ciudadanos romanos. Tiene la exclusiva de los cargos públicos, y dirigen la vida de Roma.

PLEBEYOS: Constituyen la mayor parte de la población, compuesta también por extranjeros, refugiados pobres o clientes. Eran considerados hombres libres, por lo que no podían participar en lo político ni en lo religioso.

LIBERTOS: Los libertos eran esclavos liberados por sus amos. Solían comprar su libertad o eran liberados cuando estaban moribundos, muy ancianos o cuando compraban su libertad con los pocos ahorros que podían conseguir.

ESCLAVOS: Es el destino normal de los presos de guerra. Legalmente, carecían de todo derecho. Hacían gratis los peores trabajos y de por vida. El trato dependía del carácter personal del amo. Llegaron a ser numerosísimos con la expansión de Roma. Leyes.







Después de la revolución contra los etruscos, Roma se convirtió en República, fundamentada en dos principios básicos: las decisiones de gobierno eran tomadas por varias personas y la duración en los cargos públicos no era mayor de un año. Se evitaba así que los gobernantes se perpetuaran en el poder y que éste se concentrara en una sola persona.
Al mismo tiempo que la República se consolidaba, Roma fue extendiendo sus dominios al resto de Italia y del mundo conocido entonces. Esto lo logró mediante la romanización, es decir, incorporando a ella los pueblos conquistados mediante la colonización, y concediéndoles los derechos de ciudadanos romanos.
El crecimiento de Roma llegó a tal punto que en un momento dado sus instituciones, como el Senado, no pudieron evolucionar al mismo ritmo y se fueron quedando cortas y sin suficiente poder para hacer cumplir las leyes.
A partir de entonces la República comenzó a derrumbarse y dio paso a un nuevo tipo de gobierno: el Imperio. La expansión de Roma durante la República, se llevó a cabo en cuatro etapas:
1.     El Lacio (siglo V a. de C.): ante la retirada de los etruscos, las ciudades latinas se rebelaron contra Roma, pero finalmente ésta pudo imponer su hegemonía.

2.     La península itálica (siglo IV a. de C.): dueños del Lacio, los romanos lograron el control de gran parte de Italia, venciendo en el norte a los etruscos y en el oeste a los montañeses vascos y ecuos. Más tarde vencieron a los samnitas de lengua indoeuropea. También lograron detener el avance de los galos.

3.     Mediterráneo occidental (siglos III y 11 a. de C.): habiendo afirmado su hegemonía en el norte, Roma se dirigió hacia el sur. En el 275 a. de c., sometió las ciudades que componían la Magna Grecia, al destruir al ejército de Pirro, rey de Epiro.  Más tarde, los romanos vencieron a: los cartagineses, sus tradicionales rivales, después de tres largas y cruentas guerras. De esta forma, Roma logró el predominio en el Mediterráneo occidental.

4.     Mediterráneo oriental (siglo 11 a. de C.): en el 197 a. de c., Roma puso fin al reino de Macedonia, y en el 189 a. de c., conquistó el reino de Siria. En el 146 a. de c., tras la rebelión de Corinto, logró el sometimiento de Grecia.


                                                                       IMPERIO ROMANO 


El sistema republicano, que se había mostrado incapaz de gobernar al gran imperio, hizo necesaria la presencia de un emperador que se impusiera a los partidos políticos, a los gobernadores de las provincias, a las familias acaudaladas y al ejército. Y fue Octavio Augusto, sobrino de  César, el hombre con el genio suficiente para asumir el mando absoluto, reorganizar las instituciones y administrar adecuadamente el inmenso imperio, dando lugar a la famosa “paz romana

Para lograr estas metas contó con tres recursos:
·            uno pacífico: la romanización
·            otro coactivo: la reorganización de la administración y la justicia
·            un tercero de fuerza: el ejército.

Después de su período de apogeo, el Imperio romano, siguiendo las leyes de la historia, inició su declive, debido entre otras cosas a las revueltas militares y a las invasiones bárbaras. El año 476 señaló el fin del Imperio y el comienzo de una nueva era en la historia de Europa y del mundo occidental.