LA DIVISIÓN DE LAS EDADES HISTÓRICAS
La división en cuatro
edades responde a un criterio eurocéntrico, o sea, referido a hechos y procesos de Europa, como si el resto de la
humanidad hubiera evolucionado alrededor de ella. Esto se debe a dos
realidades:
Las más remotas
sociedades que inventaron escrituras surgieron en Asia y en el norte de
África; de allí, los avances intelectuales y tecnológicos
pasaron a Europa, donde siglos después alcanzaron su más alto nivel de
progreso. Esto permitió a los europeos difundir o imponer su economía,
ciencias, tecnología, dominación política y religiones a los demás
continentes. Así, la historia del progreso y predominio
de Europa llegó a identificarse con la historia del mundo, olvidando la
evolución cultural de otros pueblos.
Historiadores
europeos crearon las citadas divisiones. Ellos fueron los primeros en
investigar el origen del hombre y las culturas más antiguas de Asia, África y Europa, logrando reconstruir, con bastante
exactitud, la evolución del Oriente y, sobre todo, la de su propio continente.
De esta manera, la historia mejor investigada y conocida se convirtió,
erróneamente, en la historia de toda la humanidad. Las siguientes son las
características de dichas divisiones:
La Edad Antigua comprende
desde el 4000 a. de C., en que aparecen las primeras escrituras, hasta el año
476 d. de C., en desaparece el Imperio Romano. En esta edad se desarrollaron
altas culturas en el Oriente y el Mediterráneo, con ciudades, técnicas
agrícolas y metalúrgicas superiores, sistemas avanzados de organización
económica y social, y poderosos imperios. En las culturas orientales nacieron
las grandes religiones que hoy se
profesan en el mundo. En Grecia y Roma predominó la esclavitud y se originaron
el pensamiento y las formas de gobierno que han influido, hasta el presente, en
Europa y América.
La Edad Media abarca
desde la caída del Imperio Romano, el 476, hasta el descubrimiento de América,
en 1492, y otros movimientos renovadores del siglo XV. Durante estos diez siglos,
en Europa predominó la agricultura de subsistencia y un sistema social
denominado feudalismo; la Iglesia ejerció gran influencia y se formaron las
naciones. En África y Asia brilló una civilización aún vigente: el Islam o
mundo musulmán.
Edad
Moderna se inicia a fines del siglo XV y
termina en 1789 con la Revolución Francesa.
Edad
Contemporánea se extiende desde las
Revoluciones francesa e industrial hasta
nuestros días.
ACTIVIDAD
Según
la lectura, explicar en dos párrafo las razones principales por las cuales esta
división histórica se realizó con base en lo acontecido en Europa? (en el
cuaderno)
¿Por
qué se afirma “la historia mejor investigada y conocida se convirtió,
erróneamente, en la historia de toda la humanidad”?. Argumentar la respuesta en dos párrafos.
Crear
un cuadro comparativo entre la edad media y la edad antigua.
ETAPAS HISTÓRICAS DE
GRECIA
CIVILIZACIÓN
MINOICA
Civilización de la edad del
bronce que se desarrolló en la isla de Creta, antes de la llegada de los
aqueos. Fue una de las tres culturas principales de la civilización del Egeo;
las otras dos fueron la cicládica, que se desarrolló en las islas Cícladas, y
la micénica, que se extendió por el continente griego al final del periodo
heládico. La civilización minoica alcanzó su cumbre en el II milenio a.C., en
Cnosos, Festo, Malia y otros centros prósperos, y se considera que su
desarrollo tuvo lugar desde aproximadamente el 3000 hasta el 1400 a.C.
Los
reyes de Cnosos alcanzaron su mayor poder hacia el 1600 a.C., cuando
controlaban toda la zona del mar Egeo y comerciaban con Egipto. La destrucción
de Cnosos y la caída de la civilización minoica coincidieron con el comienzo
del periodo más próspero de la civilización micénica en Grecia; esta
coincidencia sugiere que los belicosos reyes micénicos atacaron y destruyeron
la civilización minoica.
CIVILIZACIÓN MICÉNICA
En el año 1.900 a. de C., la
civilización minoica llegó a su momento más importante, pero un siglo más
tarde, hacia el año 1.560 a. de C., un terremoto puso fin a la prosperidad de
esta cultura. Hacia el año 1.450 a. de C., aparecen instalados en Creta los micénicos,
procedentes de la ciudad de Micenas, situada en la península, a la cual habían
llegado hacia el 1.700.
Este era un pueblo indoeuropeo que se
fue instalando poco a poco en Grecia, principalmente en Argólida y el
occidente del Peloponeso. Sus representantes más característicos fueron los
aqueos y los jonios que hablaban el idioma que más tarde se llamó griego. Hacia
el año 1.550 a. de C., Micenas era el centro de predominio en la península y en
el mar Egeo.
Al parecer, en este período micénico sucedieron
los hechos de la invasión de Troya, ciudad del Asia Menor, narrados por el
poeta Homero en "La llíada". De igual manera comienzan a aparecer los
dioses típicos de la civilización griega, como Atenea, diosa del hogar y de la
sabiduría; Zeus, dios del cielo, y otros traídos del Asia Menor, como Apolo y
Dionisos. La civilización micénica se derrumbó a causa de las guerras entre sus
príncipes, incluso antes de que se iniciaran las invasiones dorias, que fue la
siguiente civilización que predominó en su lugar.
Imagen que describe parte del relato de la Iliada.
GRECIA ARCAICA
Hacia el siglo XII a. de c., irrumpió en
Grecia un pueblo indoeuropeo, los dorios,
que pronto se impuso a los micénicos, ayudado por sus armas de hierro. Con
ellos se iniciaría un largo período en el cual hubo estancamiento en la
cultura, por lo que ha sido llamado la "Edad oscura de Grecia". Efectivamente,
los dorios en un comienzo destruyeron palacios y construcciones y con ellos
desapareció la escritura que había evolucionado con la anterior civilización.
El atraso y la inseguridad de la primera
parte de esta época arcaica, hizo que algunos habitantes emigraran y otros se
asociaran en comunidades para defenderse. Los primeros iniciaron la
colonización griega del Mediterráneo y los segundos dieron origen la polis (ciudad), que con el correr del tiempo se
transformaría en la ciudad-Estado de los
griegos. Alrededor de la polis griega surgieron diversos sistemas de
gobierno, cuyos modelos tienen vigencia aún en nuestros días, como ocurre con
la democracia.
Esparta
La
organización social. La ciudad de Esparta fue fundada por los
dorios en la llanura de Laconia, durante el siglo IX a. de C. Aunque los dorios
se mezclaron con los habitantes de la región, los aqueos, supieron mantener las
diferencias con los vencidos, instaurando desde un comienzo una rígida división
de clases sociales:
· Los espartiatas o espartanos o iguales. Eran los
descendientes directos de los conquistadores dorios, quienes conformaban la
clase dominante y entre quienes se dividieron las mejor tierras en partes
iguales.
· Los periecos. Este grupo lo formaban los aqueos,
anteriores señores de la región. AuNque conservaban una cierta independencia y
podían poseer tierras, debían pagar tributo y servir en el ejército bajo las
órdenes de los jefes espartanos.
· Los ilotas. Constituían el resto de la población No
tenían derechos y debían cultivar las tierras de los espartanos. Eran
considerados propiedad del Estado.
La máxima autoridad estaba representada por dos reyes o diarquía,
un grupo de cinco funcionarios o étoros y un consejo de ancianos o gerusía
nombrados por una asamblea popular compuesta por no más de 9.000
espartanos.
Aunque en un comienzo las diferencias de espartanos con
los demás griegos no fueron muy evidentes, el excesivo militarismo de éstos y
sus costumbres muy rígidas, terminaron por aislarlos incluso de actividades tan
apreciadas por todos como los juegos olímpicos o juegos panhelénisticos.
Atenas
La organización
social y su evolución. Hacia el siglo VIII
a. de C., Atenas era ya una ciudad grande y poderosa, en donde gobernaban los
miembros de las familias aristocráticas, que recibían el nombre de eupátridas, es decir, “bien nacidos". De entre éstos se
elegían los arcontes, funcionarios que desempeñaban el papel que antes correspondía
al rey, y el consejo o areópago, que se encargaba de dictar las leyes e interpretarlas.
En el siguiente nivel se encontraba el demos, conformado
por el resto de los habitantes o pueblo, que era considerado inferior y estaba
excluido de las actividades políticas.
Hacia el año 560 a. de C., el aristócrata Pisístrato, apoyado por el pueblo tomó
el poder, y bajo su tiranía, que duró hasta el 527, logró una satisfactoria
repartición de la tierra y una época de gran prosperidad para Atenas. En el
514, el aristócrata Clístenes
instauró la democracia y todos los
varones atenienses, excepto los extranjeros o metecos, adquirieron el derecho a elegir y ser elegidos.
LA
GRECIA CLÁSICA Y EL HELENISMO
La época clásica de
Grecia abarca el período comprendido entre el inicio de las Guerras
Médicas, a comienzos del siglo V, hasta la hegemonía de Macedonia, a
finales del siglo IV a. de C.
Grecia
se vio amenazada por la presencia del poderoso imperio persa, rodeaba al país desde el río Danubio hasta el
Nilo. Los griegos comprendieron que en cualquier momento esta tenaza podría
cerrarse sobre ellos y, olvidando sus eternas rencillas, decidieron unirse
para poder sobrevivir.
Darío,
rey de Persia o de los medos, de ahí nombre de Guerras Médicas, se apoderó de
ciudades griegas del Asia Menor. Estas, entonces, se rebelaron contra el
dominio medo, apoyadas por Atenas. Darío, como respuesta, destruyó Mileto y
preparó una invasión para castigar Atenas, desembarcando con su ejército en
la llanura de Maratón, a 40 km de la ciudad. Allí, 10 atenienses al mando de
Milciades, vencieron en el 490 a. de C., a los 20.000 hombres de Darío
gracias a las mejores armas y al buen desempeño de los soldados de
infantería, llamados hoplitas.
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Los
acontecimientos políticos más importantes se iniciaron con el enfrentamiento
de todos los griegos contra el imperio asiático de Persia, del cual Atenas
salió fortalecida y alcanzó
su máximo esplendor bajo el gobierno de Pericles.
El
poder alcanzado por Atenas despertó el celo de otras ciudades a cuya cabeza
estaba Esparta, la cual vio gravemente comprometidos sus intereses
comerciales, industriales y políticos. Estas circunstancias desataron la guerra
civil del Peloponeso en la que Grecia se debilitó, facilitando así la
imposición de Macedonia como potencia dominante, bajo el reinado de Alejandro
Magno.
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Heredero de la energía de su padre, del
temperamento violento de su madre, e impulsado por una especie de oscuro
sueño de imperio universal en el que lo griego o Hélade se fundiera con lo
bárbaro, Alejandro Magno, sometió a Grecia e inició la conquista del mundo.
Las
conquistas de Alejandro Magno, llamado así por su genialidad y por el
inmenso poder que acumuló, dieron paso al periodo helenístico, comprendido
entre el 323 y el 146 a. de c.
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El
rey del Lacio, Numitor, descendiente del príncipe troyano Eneas, fue destronado
injustamente por su hermano Amulio. El nuevo rey, para evitar venganzas
futuras, ordenó que los dos nietos gemelos de Numitor, que tenían algunos días
de nacidos, fueran arrojados al río Tíber. Sus nombres eran Rómulo y Remo.
La cuna fue llevada por las aguas hasta
el pie del monte Palatino, donde una loba los rescató y amamantó. Años más
tarde, ya mayores, fundaron a Roma, en el lugar donde fueron criados. En la
foto, la Loba Capitalina, símbolo de Roma en la antigüedad.
Los historiadores suelen ubicar la
fundación de la ciudad de Roma hacia mediados d siglo VIII a. de c., en un valle rodeado por siete colinas y
regado por el río Tíber. Sus primeros habitantes, los latinos, situaron
sus viviendas en las colinas, pues las zonas bajas del lugar eran pantanosas.
Poco a poco, Roma se convirtió en la
ciudad más importante del Lacio, pequeño territorio del centro de Italia.
Durante los primeros siglos de su existencia, Roma fue gobernada por reyes,
hasta q finalizando el siglo VI a. de c., los
romanos derrocaron la monarquía e instauraron la República. Durante el período
republicano Roma se hizo fuerte, realizó grandes conquistas y se convirtió en
el Estado más poderoso de la antigüedad.
Pero en este período se presentaron
continuas guerras civiles ocasionadas principalmente por problemas sociales
entre los nobles, llamados patricios, y el pueblo o plebe. De
esta forma, la República decayó, para dar paso al poder personal de los
emperadores.
Loba Capitolina simbolo de Roma
Escala social
de roma
PATRICIOS: Eran las primeras familias
asentadas en Roma y sus descendientes. Desde el principio de Roma, los
patricios y sus familias constituyen el primer eslabón social. Estos patricios
poseían esclavos, probablemente muchas veces en gran número. Los patricios
están en la base de la fundación de Roma y, por tanto, son ciudadanos romanos.
Tiene la exclusiva de los cargos públicos, y dirigen la vida de Roma.
PLEBEYOS: Constituyen la mayor parte de la
población, compuesta también por extranjeros, refugiados pobres o clientes.
Eran considerados hombres libres, por lo que no podían participar en lo
político ni en lo religioso.
LIBERTOS: Los libertos eran esclavos
liberados por sus amos. Solían comprar su libertad o eran liberados cuando
estaban moribundos, muy ancianos o cuando compraban su libertad con los pocos
ahorros que podían conseguir.
ESCLAVOS: Es el destino normal de los
presos de guerra. Legalmente, carecían de todo derecho. Hacían gratis los
peores trabajos y de por vida. El trato dependía del carácter personal del amo.
Llegaron a ser numerosísimos con la expansión de Roma. Leyes.
Después de la revolución contra los
etruscos, Roma se convirtió en República, fundamentada en dos principios
básicos: las decisiones de gobierno eran tomadas por varias personas y la
duración en los cargos públicos no era mayor de un año. Se evitaba así que los
gobernantes se perpetuaran en el poder y que éste se concentrara en una sola
persona.
Al mismo tiempo que la República se
consolidaba, Roma fue extendiendo sus dominios al resto de Italia y del mundo
conocido entonces. Esto lo logró mediante la romanización, es decir,
incorporando a ella los pueblos conquistados mediante la colonización, y
concediéndoles los derechos de ciudadanos romanos.
El crecimiento de Roma llegó a tal punto
que en un momento dado sus instituciones, como el Senado, no pudieron
evolucionar al mismo ritmo y se fueron quedando cortas y sin suficiente poder
para hacer cumplir las leyes.
A partir de entonces la República comenzó
a derrumbarse y dio paso a un nuevo tipo de gobierno: el Imperio. La expansión de Roma durante la República, se llevó a
cabo en cuatro etapas:
1. El Lacio (siglo V a. de C.): ante
la retirada de los etruscos, las ciudades latinas se rebelaron contra Roma,
pero finalmente ésta pudo imponer su hegemonía.
2. La península itálica (siglo IV a. de
C.):
dueños del Lacio, los romanos lograron el control de gran parte de Italia,
venciendo en el norte a los etruscos y en el oeste a los montañeses vascos y
ecuos. Más tarde vencieron a los samnitas de lengua indoeuropea. También
lograron detener el avance de los galos.
3. Mediterráneo occidental (siglos III y 11
a. de C.): habiendo afirmado su hegemonía en el norte, Roma se
dirigió hacia el sur. En el 275 a. de c., sometió las ciudades que componían la
Magna Grecia, al destruir al ejército de Pirro, rey de Epiro. Más tarde, los romanos vencieron a: los
cartagineses, sus tradicionales rivales, después de tres largas y cruentas
guerras. De esta forma, Roma logró el predominio en el Mediterráneo occidental.
4. Mediterráneo oriental (siglo 11 a. de
C.):
en el 197 a. de c., Roma puso fin al reino de Macedonia, y en el 189 a. de c.,
conquistó el reino de Siria. En el 146 a. de c., tras la rebelión de Corinto,
logró el sometimiento de Grecia.
IMPERIO ROMANO
El
sistema republicano, que se había mostrado incapaz de gobernar al gran imperio,
hizo necesaria la presencia de un emperador que se impusiera a los partidos
políticos, a los gobernadores de las provincias, a las familias acaudaladas y
al ejército. Y fue Octavio Augusto, sobrino
de César, el hombre con el genio
suficiente para asumir el mando absoluto, reorganizar las instituciones y
administrar adecuadamente el inmenso imperio, dando lugar a la famosa “paz
romana”
Para lograr estas metas contó con tres
recursos:
·
uno pacífico: la romanización
·
otro coactivo: la reorganización de la
administración y la justicia
·
un tercero de fuerza: el ejército.
Después de su período de apogeo, el
Imperio romano, siguiendo las leyes de la historia, inició su declive, debido
entre otras cosas a las revueltas militares y a las invasiones bárbaras. El año
476 señaló el fin del Imperio y el comienzo de una nueva era en la historia de
Europa y del mundo occidental.